"La confianza del cliente con Macer hace que hagas las cosas más grandes"
Agustín Poyatos
La reinvención de Agustín Poyatos para alcanzar el éxito
Agustín Poyatos Mora, forma parte de esa escasa raza de empresarios que se ha hecho así mismo partiendo de 0 y que no podía faltar en Patrimonio Inmaterial. Llegó a Vila-real con 15 años y trabajó como aprendiz en un taller de moldes y allí lo aprendió todo. Apenas 9 años después creó Macer, junto con seis socios, en un pequeño taller en Almazora. De aquellos inicios han pasado 49 años y actualmente Macer cuenta con 3 factorías y 32.000m2 de superficie productiva.
- ¿Cuál es el secreto del éxito de Macer?
Nosotros somos una empresa proveedora de servicios a la fabricación de cerámica y nuestra premisa es llevar al cliente y al sector lo mejor, para que ellos hagan la mejor producción, con la mejor calidad. Por tanto, el buen servicio es una de nuestras armas: que tu cliente confíe en ti. Y eso no se consigue en un día ni dos. Eso es lo que ha hecho Macer durante prácticamente 50 años. Yo creo que uno de los éxitos de esta empresa ha sido ese: estar siempre pendiente de lo que necesita el sector y nuestros clientes.
- El sector cerámico reclama incesantemente innovaciones tecnológicas y esa tensión constante se translada a los fabricantes de maquinaria que deben seguir el ritmo ¿Cómo se sobrelleva esa exigencia?
Los moldes son prioridad de la cerámica, porque sin el molde no se puede hacer cerámica. La tecnología avanza de manera muy rápida. Un molde que antes pesaba 100 kg y hoy pesa 16.000kg. Para conseguir estar a la vanguardia hay que poner en marcha toda potencia de investigación y desarrollo. Pero también otro condicionante que en Macer sabemos que es imprescindible es, estar pendiente de qué es lo que necesitan nuestros clientes. Es una combinación de complicidad cliente-Macer. Eso te obliga a que tu investigues más, desarrolles más, pienses más, trabajes más, hagas las cosas más grandes. Porque si solo quieres ser pequeño, pues vas a ser pequeño. Si quieres ser grande, pues tendrás que ir al ritmo que van los grandes.
- Pero la capacidad de visión es riesgo ¿Cómo aciertas la dirección hacia la que va la innovación del sector?
Aquí entra en juego una combinación de que en la empresa haya una cabeza que pueda tener mucha visión, pero esto ha de ir acompañado del equipo de gente que tú tienes. El trabajo de una persona puede ser el de tomar las decisiones, pero realmente, esto es trabajo de un equipo en el que van todos en la misma dirección.
- Macer cuenta en su palmarés con casi una cincuentena de patentes además de haber conseguido hasta 4 alfas (2 de oro y 2 de plata) ¿Es importante invertir en I+D+i
Yo, si soy honesto, creo y no creo en las patentes. Para mí las patentes son investigación pero, solo cuando está en práctica, cuando está desarrollada, es cuando se demuestra que realmente es positiva. Nosotros hemos hecho muchas cosas, hemos patentado muchas cosas y, sin embargo, luego no le hemos sacado el provecho del trabajo porque los resultados reales no han sido lo suficientemente fuertes para la sustitución de donde lo queremos implantar. Tuvimos éxito en los punzones isostáticos, en las cuchillas intercambiables, en todo lo que es metal duro y otras muchas cosas; pero también ha habido otras investigaciones que no se han llegado a implantar porque no se ha conseguido el beneficio que queríamos.
- ¿A dónde va la innovación de aquí a 20 años?
En este momento el sector cerámico está intranquilo. Se puede pensar en el futuro en la forma de fabricar el gran formato. Por ejemplo, estarían los proyectos de las prensas grandes, doble de las que hay en este momento. Ahora, donde tenemos un molde que pesa 16.000 kg, el año que viene va a haber uno que pesa 20.000, con el cuál vamos poder hacer una pieza de 2×3,5metros. Por tanto, vamos a hacer el prensado piezas muy grandes.
Vamos a arrancar una máquina con la que ya vamos a hacer punzones de 2,5×5 metros. Y puedo adelantar que pronto habrá una rectificadora, que podrá rectificar 2,5×5 metros. De todas formas, ahora parece que nos centremos en la lámina, en la continua, pero hay cosas importantes de las que el sector debe ser consciente y es que en todo el mundo, en todas las viviendas, no se pueden colocar estas láminas y habrá que avanzar en otros aspectos también.
- Usted es autodidacta. Ahora, sería impensable que una persona, partiendo desde cero, llegara a tener un empresa de la envergadura de Macer. ¿Qué hace falta ahora para crecer en el sector
Yo creo que los tiempos son completamente diferentes. Cuando yo empecé tuve que forzar la marcha, aprender, a desarrollar la mente de lo que es la mecánica y poco a poco forjar mi carrera. Ahora, los jóvenes tienen más conocimientos tecnológicos pero, les está faltando iniciativa y saber sacrificarse para conseguir algo. Además, la formación profesional está abandonada. Hoy encontrar un técnico es imposible. No entiendo cómo los políticos no se dan cuenta de que en un sector tan importante como la cerámica en Castellón, con la facturación y la exportación que tiene, no se promociona la FP. Ha de haber profesionales con especialidades, como por ejemplo, de centro mecanizado, de rectificado, de torno, soldador, entre otros muchos. Yo he hablado mucho con la gente del sector sobre esto. Incluso he llegado a proponer contratar chavales de formación profesional que quieran trabajar y formarse. Un contrato por ejemplo de 4 horas y enseñarles, prepararles para que, cuando terminen, se vengan a trabajar conmigo. Pero no se hace y la gente sale de los estudios con más de 20 años y no sabe tocar una máquina. ¿Por qué no se hace esto? Pues no lo sé.
- ¿Es la falta de personal cualificado un problema vital para el sector?
Es uno de los problemas más graves. Dentro de máximo 5 años no habrá suficientes técnicos cerámicos y, si no se pone solución, lo vamos a pasar muy mal.
- ¿Cuál cree usted que es el principal reto que tiene, en estos momentos, el sector cerámico?
El tema de gas es prioridad absoluta. El gas y el coste de la luz, son los dos puntos negros que hay. Y el tercero, el personal, que ahora parece secundario ante los otros dos, pero no hay que dejar de decirlo. En el tema energético, esto es una guerra económica- tecnológica y aquí cada uno está defendiendo sus intereses. Es un problema a nivel internacional que, mientras los grandes países del mundo no se pongan de acuerdo en cuanto dinero tienen que ganar y repartirse, pues vamos a pasarlo todos un poco justo.
- ¿Cómo ve el proceso de concentración empresarial en el sector cerámico?
Yo llevo viajando por el mundo 46 años y, antes de la crisis del 2008, ya lo estaba diciendo, porque en mis viajes por todo el mundo y ya veía que se estaba produciendo esto. Creo que en España se van a quedar entre seis u ocho grupos, máximo. A nosotros esto sinceramente no nos afecta, porque Macer trabaja también para los grandes grupos sin problemas.
- En estos casi 50 años en la empresa ¿cuál es la crisis más dura que ha vivido?
Yo he vivido 3 y vamos a por la cuarta.La más fuerte que Macer vivió fue en la década de los 80, porque hubo un gran cambio tecnológico. A nosotros nos pilló preparados pero afectó mucho a la producción cerámica. Fue la época del cambio de vía seca a atomizado, de hornos túneles a hornos de rodillos. En esa transición hubo muchos empresarios que no quisieron hacer el cambio tecnológico y tuvieron que cerrar, desgraciadamente.
La segunda y, evidentemente una de las más fuertes, fue la guerra del Golfo en el 89-91. A nosotros nos pilló justo con la inversión en una fábrica de azulejos que montó Macer con un capital del 80%. Y la última, la de 2008 que esa nos pilló, como puede ocurrir ahora, con mucha inversión. Todos íbamos a contrarreloj, todo era muy bonito y el batacazo que hubo fue bestial. Se pasó a facturar la mitad. La verdad es que es difícil saber cuál fue la peor.
- ¿Cómo vivió macer esas crisis?
No quiero que se malinterprete de egoísmo lo que quiero decir. Macer está considerada en fabricación de moldes, que es lo nuestro, entre las tres la más grandes del mundo, por no decir la primera. Tanto en personal como en facturación. Nosotros estamos trabajando en el 90% del sector de Castellón, estamos abasteciendo al 50% de mercado nacional y tenemos una media de exportación entre un 40 y un 45% .Tenemos pues una posición muy fuerte. Es difícil encontrar sustitución a una empresa como ésta que da servicio directo, porque es de primera necesidad al sector. Así que el sector cerámico necesita Macer. Igual que necesita a los otros competidores de Macer, con todos mis respetos.
- ¿Cuál fue el momento más duro de su carrera?
Sinceramente, las tres crisis han sido muy duras. Pero la más fuerte para mí fue el montaje de la fábrica de azulejos en Nules. Se hizo con la idea de que fuera como un laboratorio para que todo el sector y todos los clientes pudieran hacer allí las pruebas, la investigación del sector de moldes y de cualquier cosa. Pero, por asesoramiento, se cambiaron los términos. Se pasó a lo que era, simplemente, una fábrica de azulejos y tuvimos que cerrarla. Ahí sí que me sentí bastante hundido porque el sector me pasó factura. Pero también hubo gente que me dio ánimos y se superó. Esa fue la crisis personal más dura que he tenido.
- ¿Y lo mejor de estos años?
Seguir en pie y acompañado por mi equipo. Y, por supuesto, me siento orgulloso del sector cerámico que me ha arropado siempre. Pero para mí el sector cerámico es toda mi vida. Yo soy ceramista. Yo no sé comer sin ver un azulejo, ni dormir sin ver un azulejo. Yo soy feliz aquí viniendo todos los días, trabajando con mi gente, discutiendo con mi gente, pegando broncas, hablando. Contento.
- ¿Qué papel juega la administración en el futuro del sector?
Yo creo que nuestro sector ha de tener más apoyo por parte de las administraciones. Es una prioridad. Deben de apostar, ayudarnos más y colaborar más para seguir fortaleciéndolo. Tanto con la energía como con la formación o la planificación logística. Creo que la gente que está al frente del gobierno debería de pensar en qué haría Castellón si no estuviera este sector.
Por eso, se ha de hacer un esfuerzo y mejorar el personal cualificado. Hace falta fortalecer la formación profesional y la universidad. Porque eso lo necesita el sector para seguir.
Otra cosa importante, el corredor mediterráneo. Hemos de poder mover las mercancías más fácilmente. Todo eso lo tienen que hacer las instituciones públicas y deben poner encima de la mesa lo que haga falta. Porque han de tener la seguridad que este sector, aunque sean grupos grandes o sean empresarios familiares, van a seguir trabajando por esta provincia. Es difícil sustituirlo, pero ha de tener apoyo por las instituciones. Porque empresarios, grandes y pequeños o multinacionales que vengan a invertir millones de euros, si ven que no hay futuro, no vendrán.
- Esta entrevista forma parte del foro de pensamiento que tiene una vocación de transferencia de conocimiento entre generaciones ¿qué legado dejará la generación de empresarios de su quinta a la nueva generación de empresarios?
Creo que vamos a dejar nuestra trayectoria, el principio de donde naces y dónde has llegado. Dentro de mi sector, conozco solo tres grupos que van por la cuarta generación: uno en Colombia, otro en México y otro en España.
Para que la transferencia se produzca en las empresas, creo que hemos de tener buenos equipos, tanto en la parte económica, como la productiva y la comercial. Tiene que haber buenos equipos y también buenas direcciones y que les guste. Ahí es donde está la clave.
Mi primer jefe (Amador Quirón Esteban) siempre me dio un consejo: cuando todo va bien, todos te quieren mucho. Pero, cuando va mal, te quedas solo. Por eso, para dirigir, tienes que mentalizarte que lo has de hacer solo. Aunque estés rodeado de buena gente.
Yo me siento orgulloso de tener el equipo que tengo. Si no está Agustín esto va a seguir, porque el equipo de Macer está