Integrar producto, diseño circular y estratégico no es solo una opción, sino una necesidad.
¿Cuántas veces hemos escuchado las mismas palabras de moda? “Diseño e innovación”, “sostenibilidad”, “economía circular”, “estrategia”… Suenan tan bien como un eslogan publicitario barato. Pero, ¿de verdad sabemos lo que significan cuando hablamos de ellas? Voy a integrar los tres conceptos clave que deberían ser el eje de nuestras decisiones: diseño de producto cerámico, economía circular y diseño estratégico.
Producto cerámico: más allá de los azulejos bonitos
Vamos a ser claros, el producto no es solo imprimir imágenes sobre un soporte cerámico y que queden bien en Instagram. Detrás de cada baldosa hay una fusión creativa de tecnología, funcionalidad y estética.
Hablamos pues, de que un producto se compone de:
- El uso de materias primas que no dañen al medio ambiente ni a la salud humana, y que no liberen sustancias tóxicas, como: plomo, mercurio, SCR o cadmio, durante o después de su larga vida útil. Además, deben estar libres de compuestos orgánicos volátiles (VOC).
- Imágenes, texturas y acabados innovadores de perfecta imitación por no decir copia.
- Formatos XXL, XL o Xs, adaptados a espacios del hábitat, que mayoritariamente no son de revista.
- Resistencia y sostenibilidad: acabados de calidad que confieren a la baldosa durabilidad, cuantos más, más sostenible y circular será.
Pero no todo es alegría y creatividad. Detrás de cada colección hay problemas de producción, costes crecientes y, ¡oh sorpresa!, toneladas de residuos. Al menos, los que se generan en el proceso productivo se reutilizan en su inmensa mayoría a través de la llamada simbiosis industrial pero los de desmontaje o demolición, no.
Diseño circular: sostenibilidad… Pero que no cueste mucho.
“Economía Circular” es como el nuevo “sin gluten” del sector, todo el mundo quiere etiquetarse con ella, pero pocos saben cómo aplicarla sin arruinarse.
Además de los aspectos técnicos, el diseño circular también implica:
- Suministro de recursos, hay que reducir su consumo. La estrategia “Hacia el Residuo Cero” ha permitido ahorrar en 2023 unas 810,000 toneladas de materias primas vírgenes, evitando la transformación de 77 hectáreas en vertederos.
- Transporte. La reducción de espesores, y no hablo de 10 a 9 mm, sino menos de 7 mm, ayudaría a reducir las emisiones de CO2 por m2.
- Molturación y atomización. El uso de lodos del proceso de producción y la optimización en el uso de agua regenerada en el proceso de atomización. Proyecto Water-ASCER totalmente viable.
- Fabricación con fuentes de energía sostenibles como la eléctrica, que aquí hace buen tiempo, pero con mini reactores nucleares no por favor, esta sí que es circular.
- Instalación de baldosas en seco. Existen, pero son pocos; conozco solo dos que funcionen. Este si que es un camino que vale la pena investigar.
- Uso y mantenimiento. Cuanto más tiempo estén en uso más circulares son las baldosas, pero para ello no solo tienen que permanecer adheridas al suelo, las superficies tienen que mantener sus propiedades de desgaste y antideslizamiento, entre otras, aunque este último es un melón que abriremos en otro artículo.
- Fin de vida. El uso de baldosas con colocación en seco y de fachadas ventiladas. Sobre todo con estas últimas, se consigue una reducción de la demanda energética de un edificio entre el 24 y 31%, según el proyecto ES4RE3, y además son desmontables las dos.
¿Qué metodologías del diseño circular son y pueden ser aplicadas a la industria cerámica?
- Mapeo del Ciclo de Vida del Producto.
- Selección de Materiales Sostenibles.
- Prototipado Rápido y Pruebas Interactivas.
- Modelos de Negocio Circulares.
- Colaboración y Co-creación.
- Educación y Capacitación.
Estas metodologías son herramientas clave para transformar el proceso de diseño, alineándolo con los principios de la economía circular y mejorando su competitividad y responsabilidad ambiental. El verdadero valor del diseño circular se manifiesta cuando no solo aborda la sostenibilidad como un objetivo, sino que la integra profundamente en cada fase del proceso de diseño y diseño de la estrategia empresarial. La clave está en establecer una sintonía entre circularidad, creatividad y una planificación estratégica que garantice que estas prácticas sean viables, escalables y alineadas con la evolución de la empresa. Integrarlas con una estrategia clara que las enlace con las demandas del mercado y las capacidades del diseño cerámico, este es su verdadero potencial. Esta combinación no solo impulsa la sostenibilidad, sino que también establece una hoja de ruta hacia soluciones creativas y viables para los desafíos actuales.
Diseño estratégico: el vínculo entre creatividad y sostenibilidad
El diseño estratégico puede ser un punto de conexión entre el diseño cerámico y el circular. No se trata solo de planificar, sino de crear un modelo donde cada decisión tenga sentido en el contexto actual del mercado y el entorno. ¿Cómo integrarlos?
El design thinking ha evolucionado para integrarse en metodologías más específicas y menos genéricas, adaptándose a las necesidades particulares de cada sector.
Algunos enfoques y metodologías que están tomando fuerza y lo complementan o sustituyen en ciertos contextos son:
- Lean Startup
- Service Design
- Agile y Scrum
- Customer Centric Design
- Business Model Innovation
- DesignOps
- Metodologías basadas en datos
¿Cómo elegir la metodología adecuada?
Dependerá del contexto y los objetivos. El design thinking sigue siendo una base importante, pero es más efectivo cuando se complementa con herramientas específicas adaptadas al problema y al sector.
En resumen, el diseño estratégico actúa como un sistema de gestión que organiza el caos creativo del diseño cerámico y lo alinea con las exigencias del diseño circular o no, asegurando así que cada acción tomada tenga un impacto positivo.
El enlace perfecto
“Integrar producto, diseño circular y estratégico no es solo una opción, sino una necesidad para enfrentar los desafíos actuales y futuros del sector cerámico”.
¿Y si unimos todo esto? Imaginemos una colección diseñada bajo principios circulares, pensada estratégicamente para atacar nichos específicos y que, además, sea un ejemplo de sostenibilidad. ¿Suena bien? Pues es lo que debería ser nuestro objetivo.
Beneficios reales de esta unión:
- Menores costos a largo plazo: Incorporar residuos reduce la dependencia de materiales vírgenes.
- Mejor posición de marca: Los clientes aprecian empresas responsables (y los reguladores también).
- Innovación continua: Las soluciones circulares y estratégicas impulsan la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Pero no nos engañemos, esto no es fácil ni barato, requiere inversión, planificación y aceptar que no podemos seguir haciendo las cosas como hace 20 años, el mercado ya no lo permite.
Integrar producto, diseño circular y estratégico en el sector cerámico no es solo una opción, sino una necesidad para enfrentar los desafíos actuales y futuros del sector cerámico. Este enfoque permite no solo reducir impactos negativos, sino también generar valor sostenible y competitivo.
La próxima vez que escuchemos hablar de “producto” en una presentación, preguntémonos: ¿Está alineado con una estrategia clara y circular con acciones concretas? Si no lo está, quizá es hora de transformar estas palabras en decisiones valientes y sostenibles.