Premio Nacional de Cerámica "Ciudad de Castellón"
El Premio Nacional de Cerámica Ciudad de Castellón goza ya de un sólido prestigio en todo el país. La primera convocatoria data de 1997 y el objetivo que persiguió la asociación con la creación de este premio es que la sociedad, en general, entienda la cerámica de una manera global, no sólo como un producto industrial, sino que comprenda que también se puede crear arte, al tiempo que permite a los técnicos del sector desarrollar su vertiente más creativa. Además, de esta manera se intenta promocionar a los artistas, tanto nacionales como extranjeros, que residan en España.
La cita tuvo carácter anual hasta el año 2000, en que se decidió celebrarla cada dos para que el certamen pudiese crecer no sólo con un incremento cualitativo de las obras, sino también para mejorar su organización.
La Asociación Española de Técnicos Cerámicos y el Ajuntament de Castelló de la Plana unen cada dos años “fuerzas e ilusiones” para “poner en marcha, un año más, el Premio Nacional de Cerámica con el propósito de reivindicar las cualidades artísticas de la cerámica, un material muy unido a la historia, al presente y al futuro de nuestra ciudad y de nuestra provincia. Tanto a nivel económico como cultural. Además, también cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial de Castellón y la Feria Cevisama.
La cerámica necesita que los más innovadores avances tecnológicos vayan acompañados por una buena dosis de creatividad para renovar los catálogos con nuevas propuestas gráficas, nuevos formatos y hasta nuevas formas. Todos los profesionales del sector se ven “obligados” a reinventar, día a día, la cerámica para superar los retos del mercado global. Es necesario añadir valor a los pavimentos y revestimientos castellonenses para diferenciarnos de nuestros competidores y ganar competitividad en los mercados más exigentes del mundo.
Todas las obras que concurren a cualquier edición del Premio Nacional de Cerámica Ciudad de Castellón pasan por una primera fase de selección, y de entre las piezas que reúnen los requisitos necesarios se eligen las finalistas. Para optar al premio que cada dos años otorga la ATC y el Ajuntament de Castelló de la Plana, la obra presentada debe reunir una serie de condiciones técnicas y estéticas que están perfectamente definidas en las bases.