Descubre por qué la formación técnica es clave en la crisis cerámica.
Últimamente, estamos recibiendo multitud de noticias preocupantes sobre la situación del sector productivo cerámico. Inmersos en la Feria de Cevisama en su 40ª edición, en una situación de incertidumbre total y con muchos frentes abiertos que no permiten intuir un futuro excesivamente optimista.
En las últimas reuniones a las que he asistido y en las que he podido compartir impresiones, los veteranos del sector muestran cierto grado de tranquilidad cuando dicen que “a pesar de ser una de las peores crisis que hemos vivido, seguro que saldremos de ella, al igual que hemos salido de las anteriores”. Pero todos, tanto veteranos como no tan veteranos, coinciden en lo mismo. La formación y la profesionalidad de los técnicos es fundamental para poder conseguirlo.
A principio de curso, se celebró en la Escola Superior de Ceràmica de l’Alcora (ESCAL) la Feria Destaca en Ruta, Feria de Transferencia Científica, Tecnológica y de Innovación, y concretamente, en la mesa redonda organizada por la Asociación Española de Técnicos Cerámicos, titulada “Diálogo con el sector esmaltero”, se puso de manifiesto la imperiosa necesidad de la formación, especialización y, sobre todo, vocación de las nuevas generaciones de técnicos.
La formación y la especialización puede obtenerse mediante los diferentes planes educativos que existen en la provincia. Existe una muy buena oferta formativa en todos los ámbitos del Espacio Europeo de Educación Superior, es decir, desde ciclos formativos de grado superior hasta el doctorado, pasando por los títulos de grado universitario o de máster. La provincia de Castellón es la única región de la Comunidad Europea donde se puede estudiar un itinerario exclusivamente de cerámica en todos los ámbitos educativos. Se trata de un caso excepcional al que no se le da la importancia real que tiene, y que hace que resulte muy difícil de entender como la extensa oferta formativa en cerámica no se cubra.
Aquí surge la disyuntiva que se ha comentado anteriormente. ¿Cómo es posible que no se valore la posibilidad de incorporarse al sector industrial más importante de Castellón, con una facturación superior a los 5000 millones de € y que da trabajo a un tercio de la población activa de la provincia, no resulte atractiva a los jóvenes? La respuesta es que el sector cerámico, tal y como está estructurado en la actualidad, no es atractivo. Las constantes crisis, los sueldos, los horarios y turnos descompensados que impiden una conciliación familiar acorde a otros sectores y, sobre todo, el estigma de que en la cerámica se trabaja mucho y se cobra poco, no ayudan a dinamizar y a fomentar una cultura por el empleo en el sector cerámico. Además, la administración no colabora en fomentar y potenciar esta salida laboral.
Volviendo a la formación, en la provincia de Castellón, se pueden estudiar los ciclos formativos de grado medio y grado superior en los IES El Caminás (Castellón) y Serra d’Espadà (Onda). En la EASD de Castellón encontramos ciclos formativos de cerámica artística y de recubrimientos cerámicos. Pasando ya al nivel universitario, en la Escola Superior de Ceràmica de l’Alcora se puede estudiar el único grado universitario exclusivo de Cerámica que existe en Europa que cubre aspectos técnicos, artísticos, de diseño y científicos. Finalmente, en la Universitat Jaume I, encontramos un máster propio sobre tecnología y control de proceso con especificación teórica y práctica, además de poder realizar el doctorado sobre cualquier aspecto relacionado con la cerámica. Tal y como he comentado antes, la oferta docente reglada relacionada con la cerámica es muy grande y abarca todos los aspectos relacionados con la cerámica en cualquiera de los niveles educativos.
Pero al mismo tiempo, administraciones públicas, asociaciones, grupos empresariales y otros agentes sociales también están haciendo una formación “específica y a la carta” pero sin un consenso con el resto de las partes implicadas, lo que hace que se estén haciendo grandes esfuerzos sin el resultado esperado, ya que las temáticas o metodologías no son las adecuadas o requeridas.
Los datos económicos del año 2022 en el sector cerámico muestran que este sector facturaba la mitad que el sector turístico en la Comunitat Valenciana. Por desgracia, esta facturación ha caído en un 30% en el año 2023 debido a la crisis en la que nos hallamos inmersos, pero, a pesar de estos datos tan desoladores, las empresas continúan necesitando mano de obra cada vez más especializada y que esté al día con las nuevas tecnologías.
La población no ve estas necesidades, y las noticias que se transmiten a la sociedad es que se trata de un sector en decadencia, abandonado por la administración, y que es una industria contaminante y que no tiene futuro. La verdad, que es un panorama muy poco motivador. Pero los que nos dedicamos a esto, sabemos que no es verdad. Efectivamente, estamos pasando por una de las peores crisis que hemos vivido nunca, pero, mi opinión es, que con la ayuda y apoyo de las administraciones podemos salir muy reforzados. Ya se ha demostrado en otros ámbitos. Cuando la administración quiere, puede.
Pero para poder salir, necesitamos el arma más poderosa de todas. Gente motivada, formada y capacitada para innovar, desarrollar y producir productos de alto valor añadido, tanto desde un punto de vista estético como técnico.
Y eso, sólo se puede obtener con una formación adecuada y de calidad.